miércoles, 12 de febrero de 2014

Lectura 16



DIARIO DE ANA FRANK



2 de junio de 1942

Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mí un gran apoyo.

28 de setiembre de 1942

Hasta  ahora  has  sido  para  mí  un  gran  apoyo,  y  también  Kitty,  a  quien  escribo regularmente.  Esta  manera  de  escribir  en  mi  diario  me  agrada  mucho  más  y  ahora  me cuesta esperar cada vez a que llegue el momento para sentarme a escribir en ti.
¡Estoy tan contenta de haberte traído conmigo!


Domingo, 14 de junio de 1942

Lo mejor será que empiece desde el momento en que te recibí, o sea, cuando te vi en la mesa de los regalos de cumpleaños (porque también presencié el momento de la compra, pero eso no cuenta).
El viernes 12 de junio, a las seis de la mañana ya me había despertado, lo que se entiende, ya que era mi cumpleaños. Pero a las seis todavía no me dejan levantarme, de modo que tuve que contener mi curiosidad hasta las siete menos cuarto. Entonces ya no pude más:
me  levanté  y  me  fui  al  comedor,  donde  Moortje 1 ,  el  gato,  me  recibió  haciéndome carantoñas.
Poco después de las siete fui a saludar a papá y mamá y luego al salón, a desenvolver los regalos, lo primero que vi fuiste tú, y quizá hayas sido uno de mis regalos más bonitos.
Luego un ramo de rosas y dos ramas de peonías. Papá y mamá me regalaron una blusa azul, un juego de mesa, una botella de zumo de uva que a mi entender sabe un poco a vino  (¿acaso  el  vino  no  se  hace  con  uvas?),  un  rompecabezas,  un  tarro  de  crema,  un billete  de  2,50  florines  y  un  vale  para  comprarme  dos  libros.  Luego  me  regalaron  otro libro,  La  cámara  oscura,  de  Hildebrand  (pero  como  Margot  ya  lo  tiene  he  ido  a cambiarlo), una bandeja de galletas caseras (hechas por mí misma, porque últimamente se me  da  muy  bien  eso  de  hacer  galletas),  muchos  dulces  y  una  tarta  de  fresas  hecha  por mamá.  También  una  carta  de  la  abuela,  que  ha  llegado  justo  a  tiempo;  pero  eso, naturalmente, ha sido casualidad.
Entonces  pasó  a  buscarme  Hanneli  y  nos  fuimos  al  colegio.  En  el  recreo  convidé  a galletas a los profesores y a los alumnos, y luego tuvimos que volver a clase. Llegué a casa a las cinco, pues había ido a gimnasia (aunque no me dejan participar porque se me dislocan  fácilmente  los  brazos  y  las  piernas)  y  como  juego  de  cumpleaños  elegí  el voleibol  para  que  jugaran  mis  compañeras.  Al  llegar  a  casa  ya  me  estaba  esperando Sanne  Lederman.  A  Ilse  Wagner,  Hanneli  Goslar  y  Jacqueline  van  Maarsen  las  traje conmigo  de  la  clase  de  gimnasia,  porque  son  compañeras  mías  del  colegio.  Hanneli  y Sanne  eran  antes  mis  mejores  amigas,  y  cuando  nos  veían  juntas,  siempre  nos  decían:
«Ahí van Anne, Hanne y Sanne.» A Jacqueline van Maarsen la conocí hace poco en el  liceo judío y es ahora mi mejor amiga. use es la mejor amiga de Hanneli, y Sanne va a otro colegio, donde tiene sus amigas.
El  club  me  ha  regalado  un  libro  precioso,  Sagas  y  leyendas  neerlandesas,  pero  por equivocación me han regalado el segundo tomo, y por eso he cambiado otros dos libros por el primer tomo. La tía Helene me ha traído otro rompecabezas, la tía Stephanie un broche muy mono y la tía Leny un libro muy divertido, Las vacaciones de Daisy en la montaña. Esta mañana, cuando me estaba bañando, pensé en lo bonito que sería tener un perro  como  Rin-tintín.  Yo  también  lo  llamaría  Rin-tin-tín,  y  en  el  colegio  siempre  lo dejaría con el conserje, o cuando hiciera buen tiempo, en el garaje para las bicicletas.

Lunes, 15 de junio de 1942

El  domingo  por  la  tarde  festejamos  mi  cumpleaños.  Rin-tin-tín  gustó  mucho  a  mis compañeros. Me regalaron dos broches, una señal para libros y dos libros. Ahora quisiera contar algunas cosas sobre las clases y el colegio, comenzando por los alumnos. Betty Bloemendaal tiene aspecto de pobretona, y creo que de veras lo es, vive en la Jan Klasenstraat, una calle al oeste de la ciudad, que ninguno de nosotros sabe dónde queda. En  el  colegio  es  muy  buena  alumna,  pero  sólo  porque  es  muy  aplicada,  pues  su inteligencia va dejando que desear. Es una chica bastante tranquila. A  Jacqueline  van  Maarsen  la  consideran  mi  mejor  amiga,  pero  nunca  he  tenido  una verdadera  amiga.  Al  principio  pensé  que  Jacque  lo  sería,  pero  me  ha  decepcionado bastante.
D.  Q. 2   es  una  chica  muy  nerviosa  que  siempre  se  olvida  de  las  cosas  y  a  la  que  en  el colegio dan un castigo tras otro. Es muy buena chica, sobre todo con G. Z. E.  S.  es  una  chica  que  habla  tanto  que  termina  por  cansarte.  Cuando  te  pregunta  algo, siempre se pone a tocarte el pelo o los botones. Dicen que no le caigo nada bien, pero mucho no me importa, ya que ella a mí tampoco me parece demasiado simpática.
Henny  Mets  es  una  chica  alegre  y  divertida,  pero  habla  muy  alto  y  cuando  juega  en  la calle  se  nota  que  todavía  es  una  niña.  Es  una  lástima  que  tenga  una  amiga,  llamada Beppy, que influye negativamente en ella, ya que ésta es una marrana y una grosera. J.   R.,   a   quien   podríamos   dedicar   capítulos   enteros,   es   una   chica   presumida, cuchicheadora, desagradable, que le gusta hacerse la mayor; siempre anda con tapujos y es una hipócrita. Se ha ganado a Jacqueline, lo que es una lástima. Llora por cualquier cosa, es quisquillosa y sobre todo muy melindrosa. Siempre quiere que le den la razón. Es muy rica y tiene el armario lleno de vestidos preciosos, pero que la hacen muy mayor. La onta se cree que es muy guapa, pero es todo lo contrario. Ella y yo no nos soportamos para nada.
Ilse Wagner es una niña alegre y divertida, pero es una quisquilla y por eso a veces un poco latosa use me aprecia mucho. Es muy guapa, pero holgazana.
Hanneli Goslar o Lies, como la llamamos en el colegio, es una chica un poco curiosa. Por lo general es tímida, pero en su casa es de lo más fresca. Todo lo que le cuentas se lo cuenta a su madre. Pero tiene opiniones muy definidas y sobre todo últimamente le tengo mucho aprecio.
Nannie van Praag-Sigaar es una niña graciosa, bajita e inteligente. Me cae simpática. Es bastante guapa. No hay mucho que comentar sobre ella.
Eefje de Jong es muy maja. Sólo tiene doce años, pero ya es toda una damisela. Me trata siempre como a un bebé. También es muy servicial, y por eso me cae muy bien.
G. Z. es la más guapa del curso. Tiene una cara preciosa, pero para las cosas del colegio es bastante cortita. Creo que tendrá que repetir curso, pero eso, naturalmente, nunca se lo he dicho.
Para gran sorpresa mía, G. Z. no ha tenido que repetir curso. 
Y la última de las doce chicas de la clase soy yo, que soy compañera de pupitre de G. Z.
Sobre los chicos hay mucho, aunque a la vez poco que contar. Maurice Coster es uno de mis muchos admiradores, pero es un chico bastante pesado.
Sallie  Springer  es  un  chico  terriblemente  grosero  y  corre  el  rumor de que ha copulado.
Sin embargo me cae simpático, porque es muy divertido. Emiel Bonewit es el admirador de G. Z., pero ella a él no le hace demasiado caso. Es un chico bastante aburrido. Rob  Cohen  también  ha  estado  enamorado  de  mí,  pero  ahora  ya  no  lo  soporto.  Es hipócrita, mentiroso, llorón, latoso, está loco y se da unos humos tremendos. Max van der Velde es hijo de unos granjeros de Medemblik, pero es un buen tipo, como diría Margot.
Herman Koopman también es un grosero, igual que Jopie de Beer, que es un donjuán y un mujeriego.
Leo Blom es el amigo del alma de Jopie de Beer pero se le contagia su grosería.
Albert de Mesquita es un chico que ha venido del colegio Montessori y que se ha saltado un curso. Es muy inteligente. 
Leo Slager ha venido del mismo colegio pero no es tan inteligente.
Ru Stoppelmon es un chico bajito y gracioso de Almelo, que ha comenzado el curso más tarde.
C. N. hace todo lo que está prohibido.
Jacques Kocernoot está sentado detrás de nosotras con Pam y nos hace morir de risa (a G. y a mí).
Harry Schaap es el chico más decente de la clase, y es bastante simpático.
Werner Joseph ídem de ídem, pero por culpa de los tiempos que corren es algo callado, por lo que parece un chico un tanto aburrido.
Sam Salomon parece uno de esos pillos arrabaleros, un granuja. (¡Otro admirador!)
Appie Riem es bastante ortodoxo, pero otro mequetrefe.
Ahora  debo  terminar.  La  próxima  vez  tendré  muchas  cosas  que  escribir  en  ti,  es  decir, que contarte. ¡Adiós! ¡Estoy contenta de tenerte!

Sábado, 20 de junio de 1942


Para alguien como yo es una sensación muy extraña escribir un diario. No sólo porque nunca he escrito, sino porque me da la impresión de que más tarde ni a mí ni a ninguna otra persona le interesarán las confidencias de una colegiala de trece años. Pero eso en realidad da igual, tengo ganas de escribir y mucho más aún de desahogarme y sacarme de una vez unas cuantas espinas. «El papel es más paciente que los hombres.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario