DMT
LA DROGA EXPLOSIVA
QUE NOS LANZA A OTRO MUNDO
Todo alrededor se derrite, aparecen
duendes y las cosas cobran vida. El DMT es la droga psicodélica más fuerte.
Al día siguiente muy
temprano, suena el timbre del teléfono.
--- ¿Felipe?
--- ¿Si?
--- Soy yo, tu prima. ¿Ya estabas
despierto?
--- Más o menos. De hecho tuve los ojos
abiertos casi toda la noche.
--- Yo tampoco he dormido nada. ¿Sabes algo
de Jennifer?
--- No --- me asomo al corredor ---, mis
papás no han llegado del hospital.
--- Tampoco mamá. Oye, Felipe, necesito que
veas algo.
Estuve investigando en Internet.
--- ¿Quieres que vaya a tu casa?
--- Sí.
--- Llego en diez minutos.
Cuelgo el teléfono y aunque me visto a toda
velocidad, procuro no hacer ruido porque mi hermano Riky sigue dormido.
Salgo a la calle y camino con pasos
grandes. La casa de Itzel está a unos cien metros de la mía.
--- Hola --- le digo a la muchacha que se
encuentra barriendo el patio ---. ¿Puedes llamar a mi prima?
--- Te está esperando. Pasa. Felipe.
Entro. La perrita french poodle de Itzel
sale a recibirme contorneando su cuerpo y saltando. Lo acaricio.
Siempre he dicho que dos personas y su
mascota son muy pocos seres vivos para esa casona. Fue construida por mi tío,
quien pensó en hacer enormes salones y jardines con el fin de invitar de vez en
cuando a los niños del orfanato y convivir con ellos. Cuando el murió en un
accidente de avioneta, Itzel y su mama decidieron quedarse a vivir ahí. Aunque
la casa es hermosa, los días en que no hay invitados, parece un museo.
--- ¡Itzel! --- grito ---, ¿dónde estás?
--- Aquí --- contesta ---, en el estudio.
Llego junto a ella. Sigue en pijama.
--- ¡Mira esto! --- me dice abriendo un
recuadro en su computadora ---. Son símbolos que usan algunos vendedores de
productos.
--- ¿Qué significan?
--- No se. Pero, observa.
Abre otra página de Internet. Aparecen las
fotografías de jóvenes luciendo tatuajes y perforaciones. Algunas imágenes son
insólitas.
--- Ve la marca en el cuello de esta mujer.
Ahora --- regresa a la pantalla anterior ---, fíjate en este símbolo.
--- Es el mismo.
--- Si, Felipe.
Se levanta y va hacia la mesa de trabajo.
La lámpara de escritorio ha sido acomodada en diagonal para alumbrar la
superficie de cerca. Mi prima enciende la luz y se agacha.
Luego me cede el lugar.
--- Observa el broche del piercing que
traía puesto Jennifer.
--- ¡Otra vez el mismo símbolo! ---
exclamo.
--- ¡Sí! Desde hace varias horas he estado
buscando su significado. No lo encontré, pero halle algo que puede servirnos.
Regresa a la computadora. Mueve el mouse y
abre otra ventana en el monitor.
--- Aquí esta. Es un fabricante de objetos
góticos. También vende plantillas para tatuajes. Le escribí un e mail
preguntándole donde podía encontrar sus productos. Ya sabes. Use un lenguaje
bien acá, medio locochon y con faltas de ortografía.
Alguien me contesto en la madrugada. Mira.
Me muestra una hoja impresa.
--- Solo son tres direcciones.
--- ¡Si, Felipe! Dos, en otras ciudades y
una en la Plaza de arte ¡a dos cuadras del antro! ¡Ahí se puso Jennifer el
piercing!
--- ¿Y eso, que? Se lo pudo poner en
cualquier otro lado.
--- De acuerdo, pero sería bueno visitar el
local. Quizá encontremos alguna pista de la gente con la que andaba.
--- No te compliques la vida, Itzel.
--- Mira, primo, estas metido en un lio y
más vale que te muevas. No sabemos nada de nada. Ni siquiera tenemos idea de
las drogas que existen. Busque en Internet algo sobre GHB y Rohipnol y encontré
miles de páginas relacionadas con drogas. Imprimí todo esto. Revísalo.
Encima de su impresora hay varias hojas
desacomodadas.
Apenas voy a tomarlas, cuando se me
adelanta. Continúa hablando.
--- Ayer dijiste que Jennifer parecía que
estaba teniendo alucinaciones. ¿Qué tal si combino DMT, o LSD o Ketamina? ¡Ve
esto! Déjame mostrarte un ejemplo.
Busca entre la información impresa con
avidez. La observo boquiabierto. Ella siempre ha sido hiperactiva.
Comienza a leer.
--- El DMT o Dimetiltriptamina, es una
sustancia neurotransmisora muy fina que se encuentra de forma natural en el
sistema nervioso del cuerpo humano, pero que al introducirla artificialmente al
cerebro, provoca cortos circuitos. Le dicen el explosivo mental, porque quien la toma se siente como lanzado por
un cañón. La persona ve que todo alrededor comienza a derretirse. Escucha un
ruido como la rotura de un cristal y es transportada a un universo desconocido,
lleno de formas imposibles. Cuando se entra a ese sitio, la primera sensación
es la de estar debajo de la tierra con un enorme peso encima, dentro de una
capsula grande. La gente le llama “la capsula de la DMT”. Después aparecen
seres extraños que hablan un idioma ininteligible. Una vez iniciado el viaje,
es imposible detenerlo. Aunque solo dura unos quince minutos, puede parecer
eterno. Las cosas cobran vida. El consumidor se siente asombrado hasta el
paroxismo por lo que sucede. No puede creer que unos minutos atrás estaba en
una habitación y ahora se encuentre en otro lugar completamente distinto. Las
alucinaciones por DMT son increíbles y espeluznantes. No existe una droga
psicodélica más fuerte en el planeta Tierra. Se encuentra contenida en algunas
plantas tropicales. Hay un árbol cuyas semillas contienen DMT. Durante siglos,
en Medio Oriente, se usaron para pintar alfombras persas. Las propiedades
alucinógenas de esas tintas ocasionaron las leyendas de alfombras voladoras.
Los indígenas del Amazonas fuman e inhalan DMT desde cientos de años.
Itzel baja las hojas y me habla de frente
con los ojos encendidos.
--- ¿Alguna vez has visto en televisión ese
ritual selvático en el que se mezclan varias plantas para hacer un polvo que
luego es aspirado por alguien a través de un tubo largo mientras otra persona
sopla desde el otro lado? ¡El indígena recibe como una descarga eléctrica y cae
al suelo con los ojos en blanco! ¡Es por esta droga! Escucha --- sigue leyendo
---. El DMT es una sustancia prohibida en todo el mundo. Su posesión y venta
amerita los máximos castigos por la ley.
--- No creo --- comento ---, que Jennifer
haya tomado nada de eso. Suena muy exagerado.
--- ¡Pero real! ¡Existe! ¿Lo sabias?
Felipe, ¡tenemos que descubrir que le paso a Jennifer exactamente!
La petición suena extraña.
--- Sí.
Itzel se hunde en el asiento y agacha la
cabeza. Arruga la nariz, lleva una mano a su boca y se queda muy quieta. Una
repentina angustia le impide seguir hablando. Permanece así por varios minutos.
Me inclino hacia ella. Dice:
--- Felipe, tengo mucho miedo…
La observo con inquietud. Aunque ella es la
persona más activa y segura de sí misma que conozco, de pronto se ve extenuada.
Como si una sombra de desesperación le hubiera oscurecido la mirada.
--- ¿Por qué te pusiste así, prima? Parece
como si tu fueras la culpable de que Jennifer este en el hospital.
--- Tal vez lo soy.
--- ¿Cómo?
Se quita muy despacio el reloj de la muñeca
izquierda.
Tiene un pequeño parche blanco. Despega la
cinta adhesiva y me enseña una horrible herida circular como del tamaño de un
garbanzo.
--- ¿Qué te paso?
--- Es la quemadura de un cigarro hecha de
manera profunda durante varios segundos.
--- ¿Quién te la hizo?
--- Un muchacho con el que salí. Acepte ser
su novia. Solo duramos un día. Quiso drogarme. ¡Es más común de lo que te
imaginas! Por eso estoy tan desesperada. ¡Esto es una maldita epidemia!
--- Nunca me hablaste de ese novio.
--- Perdona que no te informe todo lo que
hago…
--- Tienes razón, no tienes por qué
decirme…
--- Disculpa --- suspira ---. Él es un
pasante de veterinaria.
Lo conocí cuando lleve a mi perra a
vacunar. Se llama Rodrigo, igual que un joven de quien me enamore cuando viví
en el extranjero. Mi amor platónico. ¡Además, se parecen físicamente! Me deje
influir por esa nostalgia del romance que no pude tener y acepte salir con la
nueva versión de mi Rodrigo. Además de trabajar como veterinario, los fines de
semana tiene otro empleo por las noches. Me pareció un joven interesante. En
sus tardes libres me visitaba en el orfanato. Mis niñas, incluyendo Jennifer,
lo veían llegar y suspiraban por él. Es muy guapo… Pero tiene defectos. Por
ejemplo, le gusta jugar, tomar y fumar. Son cosas que no van conmigo. Después
me entere cuál era su empleo nocturno --- hace una pausa; la tristeza de sus
ojos se ha convertido en preocupación; entonces, sin más rodeos, me lo dice
---.
Trabaja como portero en un antro…
Me estremezco. Apenas atino a preguntar:
--- ¿En el que fuimos ayer?
--- Sí.
--- Itzel, ¿estuviste saliendo con el tipo
que me acuso de haberle querido dar Rohipnol a Jennifer? ¿El portero al que
estuviste a punto de abofetear cuando te mando un beso con la boca? ¿Ese es
Rodrigo?
Mi prima esta pálida.
Dice que sí y se pone a llorar.
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