Generación sin
Esperanza
Lectura 12
Interesado en tu futuro…. Por que sí estudiar y/o trabajar.
No estudian y
no trabajan. Son millones de jóvenes en todo el mundo que se encuentran en
especie de limbo existencial y que, desafortunadamente, son presa fácil de la
delincuencia organizada, el narcotráfico y la violencia.
Se cuentan por millones y están
por todas partes; es muy probable que conozcas a alguno e, incluso, que tú seas
uno de ellos. Son los Ninis (ni estudian, ni trabajan), tribus de jóvenes y
adolescentes que pasan inadvertidos para un mundo globalizado que les niega la
posibilidad de desarrollar sus capacidades físicas e intelectuales.
Pudiera pensarse, en primera
instancia, que este fenómeno se observa solamente en las llamadas “naciones en
vías de desarrollo”, como México, pero la verdad es que ocurre en todos lados.
En España, por ejemplo, el Instituto de la Juventud local acepta que casi 600
mil chavos se encuentran en estas circunstancias. En Argentina las estadísticas
oficiales muestran que 20% de los jóvenes de 14 a 24 años pertenece a este
“club”, y lo peculiar es que, al consultarlos, declaran no querer hacer nada.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 18% de los jóvenes
uruguayos no estudia ni trabaja; porcentaje semejante se presenta en Brasil (19%)
y Paraguay (21%). En el Caribe los adolescentes no se quedan atrás, ya que se
estima que 20% tienen la etiqueta de Nini, mientras que en Centroamérica la
situación es similar: 21% de la población de 16 a 29 años se inscribe en esta
categoría.
Aunque hablamos
ya de España, podemos decirte que si consideramos a Europa en su conjunto las
cifras son verdaderamente alarmantes; sí, porque contrario a lo que pudiera
pensarse, el porcentaje de jóvenes desempleados que “pasan el día en blanco”
llega a 34%. Dicha cifra es sólo opacada por el índice registrado en África,
donde 40% de los chicos están en el ocio completo.
México, un caso más
desafortunadamente, México colecciona primeros lugares en temas como violencia,
narcotráfico, corrupción e inmigración, así como en obesidad infantil y
personas enfermas de diabetes (elevada concentración de azúcar en sangre por la
incapacidad del organismo para aprovecharla).
En el caso del desempleo y la
falta de oferta educativa dicha tendencia continúa. Los indicadores nos dicen
que 7 millones de jóvenes pertenecen a la llamada Generación Nini; de ellos,
120 mil se encuentran en la capital de la República. Un dato complementario,
ofrecido por la Secretaría de la Defensa Nacional, revela que en los últimos
años 1,200 jóvenes han muerto en enfrentamientos suscitados entre los diversos
grupos de narcotraficantes que existen en nuestra geografía.
Nelly Alarcón, encargada del área
pedagógica de la dirección ejecutiva de tratamiento a menores del sistema
penitenciario del Gobierno del Distrito Federal, explica que el entorno
familiar donde se desarrollan los Ninis de México es de total abandono. Dicha
falta de supervisión por parte de sus padres, dice la funcionaria, proviene de
la necesidad de que ambos trabajen. Esta situación, aunada a la carencia de
recursos para que los hijos puedan seguir su desarrollo escolar, promueve que
haya gran ociosidad. “De allí a la delincuencia sólo hay un paso”, concluye la
entrevistada.
Por su parte, el Dr. José Narro
Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha
subrayado la falta de oportunidades para los jóvenes mexicanos y el riesgo que
esto implica, toda vez que muchos chicos creen que involucrarse con las
organizaciones criminales es una manera de trascender socialmente. “Si seguimos
confundiendo lo que es el éxito para una persona, si queremos pensar que
alguien exitoso es aquel que en menos tiempo hace más dinero, estamos
equivocándonos, y eso tiene que ver con el crimen organizado y con la búsqueda
de salidas falsas que no llevan a ninguna parte”, ha dicho el máximo
representante de la UNAM.
El Mtro. Sabino Bastidas Colinas,
prestigiado analista mexicano especializado en política, leyes y administración
pública, establece que la Generación Nini es problema muy grave, sobre todo
porque la mayoría de los chicos que se encuentran sin trabajo y sin posibilidad
de estudiar buscan alguna actividad productiva que les permita desarrollar sus
habilidades, pero no la encuentran.
Es lamentable, dice el académico,
que esta situación ocurra en una etapa muy delicada de la vida, precisamente en
el inicio del desarrollo profesional, es decir, la fase donde se originan los
primeros proyectos y se trabaja para cumplir los sueños que se han forjado. “En
ese instante los Ninis están a la deriva, el camino se obstruye y no tienen
ruta hacia ningún lugar cierto. Los chicos esperan una oportunidad, mientras
sus padres comparten su angustia y ansiedad porque no saben qué decisión
tomar”. Como consecuencia, señala Bastidas Colinas, el fenómeno influye en la
autoestima de los muchachos, lo que hace que se sientan deprimidos y
desorientados. En este sentido, el especialista cita un estudio presentado por
la asociación Mexicanos Primero, en el que se afirma que sólo 13% de los
estudiantes que ingresan a primaria en México concluyen una carrera
profesional.
Un ejemplo más son las cifras
arrojadas durante el proceso de selección de ingreso a las licenciaturas e
ingenierías de la UNAM, la universidad pública más grande e importante del
país, pues de las casi 115 mil solicitudes recibidas, deja fuera a más de 105
mil estudiantes. Algo similar sucede con el Instituto Politécnico Nacional
(IPN), ya que la demanda es de aproximadamente 110 mil jóvenes, pero rechaza a
88 mil 500 aspirantes.
Abunda el experto: “Al analizar
esta situación nos preguntamos: ¿Cómo no ha pasado algo más grave en México? ¿A
qué le apuestan las autoridades? ¿Piensan que el problema lo resolverá de
manera natural la mano invisible del mercado? ¿Cuál es el efecto de tener a 7
millones de jóvenes en esa condición? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué hacen esos
muchachos? ¿Qué pasa con ellos? ¿Cómo se comportan? ¿A qué se dedican? ¿Qué
piensan hacer? ¿Por qué no protestan? ¿Por qué no toman las calles?”.
Colofón
En realidad conocemos muy poco el
fenómeno de los Ninis. Se trata de segmento muy especial y sensible de la
sociedad, pero todavía no tenemos estudios serios que nos permitan saber
realmente lo que está pasando con ellos y cómo procesan sus conflictos,
puntualiza el politólogo, quien reconoce que muchos de estos muchachos viven de
la solidaridad familiar, retardan la salida de casa y postergan planes de
matrimonio e independencia económica. Algunos, por supuesto, no tiene otra
opción más que la migración hacia Estados Unidos.
“Otros más deciden formarse en
institutos de muy baja calidad. Es por ello que optan por estudiar idiomas o
computación en academias de muy bajo costo, que dan algunas facilidades y que
han crecido sin control. Evidentemente, muchos se incorporan al mercado laboral
informal, y otros más se inscriben en las filas de la delincuencia organizada y
el narcotráfico. Este sector de la población, como lo dijo el Dr. Narro Robles,
constituye la bolsa de trabajo del narcotráfico”, concluye.
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