jueves, 3 de marzo de 2016

Lectura 14

¿Lealtad?

Comencemos por definir qué es lealtad:

Es una virtud que se desarrolla principalmente en nuestra conciencia, el compromiso de defender lo que creemos y en quien creemos, esto supone hacer aquello con lo que una persona se ha comprometido aun cuando las circunstancias cambien, dicho de otra manera, es cumplir con la palabra que ha dado.  Alguien que es leal responde a una obligación que tiene con los demás.
Todos tenemos amigos superficiales o conocemos a alguien que trabaja únicamente por le pagan pero una persona que es leal va más allá porque su compromiso es más profundo: está con un amigo en las buenas y en las malas, trabaja no solo porque le pagan, sino también porque adquiere un compromiso con la empresa en la que trabaja e incluso con la sociedad.
No hay que decir que la lealtad es esencial en la amistad y que es obvio que se relaciona estrechamente con otros valores como son el respeto, la responsabilidad, la sinceridad, la dignidad y la honestidad entre otros.
No se puede justificar, el ser leal solamente con uno mismo y creerse con el derecho de criticar o menospreciar a los demás y exigir a los que nos rodean, que sean leales. Esta virtud y valor humano, debe vivirse y practicarse primeramente, con uno mismo antes que nadie. No se puede ser leal con el prójimo, si antes no se ha practicado con uno mismo.
Eso sí, es muy difícil de ganar, muy fácil de perder y casi imposible de recuperar. Lo contrario a la lealtad es el engaño, la traición, no se es leal, independientemente de las disculpas que se tengan, si no se dice la verdad o se dicen medias verdades, o lo que al líder agrada, o lo que éste desea oír, o si se esconden  expresamente situaciones y hechos reales.
Con la pérdida de la lealtad, las personas se quedan solas y sin amigos, ni familiares, como los traidores que han sido descubiertos.
Cómo enseñar la lealtad a nuestros hijos:
·         Demostrando comprensión cuando alguien de la familia, escuela o trabajo, reconoce sus propias culpas para no incrimina a los demás.
·         Demostrando confianza a nuestros hijas, familiares, amigos y compañeros para que consulten sus dudas, sin temor a represalias.
·         Demostrando el cumplimiento de los acuerdos tácitos o explícitos en la familia, trabajo, estudios o sociedad.
·         Enseñando de forma práctica a los hijos que se puede confiar en ellos y pueden ser confidentes y colaboradores.
·         Demostrando lealtad a los principios religiosos, sociales y económicos.
·         Demostrando lealtad entre los hijo/as, familiares y amigos.
·         Demostrando lealtad y voluntarismo, para ayudar en las tareas de la casa, aportando cada uno sus máximas posibilidades, incluso antes de que los demás lo necesiten.
·         Demostrando que cuando alguien ha dado algo bueno, la familia le debe mucho más que agradecimiento.
·         Enseñar que se defiende lo que se cree y en quien se cree.
·         Demostrando que se puede ser leal, aunque se denuncie lo que está mal, a pesar de poder perder un amigo.
Es entonces cuando… Una persona leal es aquella que apoya a otra, le es fiel y nunca le da la espalda. Los verdaderos amigos son leales porque se ayudan mutuamente cuando tienen problemas. Un ejemplo de ellos seria…. Los camaradas de Ana Luisa deciden cortarse el pelo como una muestra de aprecio y solidaridad. Mediante este gesto quieren que ella se dé cuenta de que no está sola, de que los cuatro se encuentran a su lado para enfrentar no sólo la enfermedad que padece, sino también las burlas de sus compañeros.
Pero la lealtad no se relaciona únicamente con los amigos. También podemos ser leales a una comunidad con la que nos sentimos identificados: nuestra escuela, la gente del barrio, una congregación religiosa, un club deportivo, etcétera. Asimismo, este valor puede relacionarse con alguna causa que nos parezca valiosa. Tal es el caso de aquellas personas que creen en la igualdad humana, la ecología o la defensa de los animales, y luchan en favor de dichos ideales. Muchos consideran que la lealtad tiene que ver también con el nacionalismo. Amar a tu país, defenderlo de quienes lo denigran, respetar sus símbolos patrios, conservar sus riquezas naturales o históricas, trabajar para que sea un lugar mejor para vivir… Todas estas son maneras de expresar lealtad a la patria.
Finalmente, existe también la lealtad hacia uno mismo. Ésta consiste en mantenerse fiel a lo que consideramos justo, bueno y correcto sin importar las circunstancias ni los fracasos. También se trata de creer en uno mismo y en la vocación. Un caso de lealtad vocacional… es el de Walt Disney, cuyo enorme éxito no debe hacernos olvidar que, cuando comenzó su carrera como dibujante y caricaturista, tuvo que enfrentar numerosos rechazos. El director del periódico en el que trabajaba lo despidió porque, según él, le faltaba imaginación y sus ideas no eran buenas. En lugar de dedicarse a otra cosa, Disney fue leal a sí mismo y continuó dibujando pese a las críticas. Las numerosas películas animadas que realizó —entre las cuales destacan Blanca nieves, Bambi y Dumbo— demostraron que las críticas que había recibido eran erróneas.

¿Y tú qué piensas…?      


Hombres y mujeres de bien
Las buenas personas cumplen sus promesas, aunque las circunstancias y los intereses cambien. Dan el máximo valor a la confianza que los demás depositan en ellas: actúan de la forma que esperan, a pesar de que les resulte difícil. Cuando se comprometen a algo con otra persona están dispuestas a darlo todo sin fijarse en su propio provecho y a tener actitud respuesta valiente y creativa para llevar a cabo la misión que les pidieron.
El mejor ejemplo está en la unidad de la familia: los matrimonios fieles se esfuerzan por seguir juntos, aunque a veces tengan problemas y diferencias; los padres fieles se comprometen a hacer lo mejor por sus hijos pequeños y el conjunto se esfuerza para mantener unida a la familia. La misma experiencia puede ampliarse al compromiso que debemos tener con México: ser leales con el país es promover la paz, la justicia, la honestidad y la tolerancia en cada acción.

La lealtad es que no se paga, se corresponde. Si alguien nos ayuda en una circunstancia difícil, no habrá ningún objeto o cantidad de dinero suficientes para darle las gracias. La única alternativa es apoyarlo cuando se vea en una circunstancia difícil, sabiduría que se resume en la frase “hoy por ti, mañana por mí.” De esta forma, la lealtad contiene y lleva al máximo los valores más importantes de la convivencia y es una expresión de amor. Al practicarla no sólo beneficiamos a los demás: también le vamos dando forma a nuestra vida y poco a poco no convertimos en hombres y mujeres de bien.

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