COCAÍNA
LA DROGA DEL PODER
Polvo blanco que ocasiona bombazos
de euforia. A la larga arruina a la persona.
El jueves, al llegar
al salón, dirijo la vista de inmediato hacia la silla de Modesta, esperando
verla vacía otra vez, pero me equivoco. ¡Ahí está mi compañera, encorvada y
silenciosa!
Camino hacia ella. Se encuentra examinando
una lata que contiene algo como crema. Con un dedo, toma el contenido para
untárselo en la boca.
La saludo. Se sobresalta. Cierra la lata y
la esconde en su mochila.
--- ¿Cómo estas, Modesta? ¿Por qué no has
venido a clases en toda la semana?
Tiene la frente empapada de sudor. Se
encoge de hombros.
--- ¿Todavía traes puesta la aguja?
--- Aja.
--- Déjame verla.
Mueve la cabeza negativamente.
--- Debes quitarte eso de la boca ahora
mismo --- le digo entre molesto y preocupado---. ¡No entiendo por qué te lo
pusiste!
--- Yo tampoco. Fue uj ejjoj.
--- Claro que fue un error. ¡Por favor,
Modesta! Muéstramelo.
Al fin abre la boca con dificultad. Su
lengua se ha puesto gruesa y blanca.
--- ¡Caramba! ¿Ya fuiste al médico?
Dice que no con la cabeza.
--- ¿Te duele mucho?
--- Conseguí angescesia local. Ejo me ha
ayugago.
--- ¿Traes anestesia local en esa lata?
Asiente.
Entra la maestra de Biología. Pasa junto a
nosotros.
--- ¡Todos a su lugar! Vamos, pronto. La
clase va a empezar.
Yo no me muevo.
--- ¿Escuchaste, Felipe? ¡A tu lugar!
--- Maestra --- contesto ---, venga por
favor.
--- ¿Qué pasa?
Cuando la profesora se acerca, Modesta
reacciona con una brusquedad inesperada. Por segunda ocasión la veo deshonrar
su nombre.
--- ¡Ejejme em paj! --- avienta su libreta
al suelo, me empuja con una fuerza increíble y sale corriendo del aula.
Caigo encima de otro pupitre.
--- ¿Qué ocurre? --- pregunta la profesora.
--- Tiene un problema --- contesto
incorporándome ---, vea su lengua.
La maestra avanza hacia afuera. La sigo.
Modesta ha llegado al patio y camina en
círculos. Mueve los puños de arriba abajo gruñendo una y otra vez.
--- Jjj… jjj…jjj…jjj…jjj…
--- Calmate, Modesta --- dice la profesora
---. ¿Qué te pasa?
--- ¡Me juele!
--- Dejame ver.
Ella respira y abre la boca.
--- ¡Caramba, hija! Tienes una infección
terrible, ¿cómo se te ocurrió perforarte? ¿No sabes lo peligroso que es eso?
--- le toca la frente ---. ¡Estas ardiendo en fiebre! Vamos a llamar a tus
papás para que te lleven al hospital de inmediato.
Modesta abre los ojos con expresión de
miedo.
--- ¿Tus papás no saben nada, verdad?
Ella mueve la cabeza para decir que no.
--- ¿Estas tomando algún antibiótico?
Como mi compañera no contesta, agrego:
--- Solo se está poniendo anestésico local.
--- ¡Eso no sirve para nada! Me vas a
disculpar chica, pero necesito informar a tus padres. Es urgente. Aunque no lo
creas tu vida está en peligro.
--- Pero, maestra --- pregunto ---, ¿usted
no podría quitarle el piercing y darle el antibiótico que necesita?
--- No. Felipe. Modesta debe de ir al
hospital. Hacerse análisis. Una inofensiva aguja usada de forma inadecuada
puede causar hemorragias internas prolongadas o contagiar enfermedades como
hepatitis B, C o D o incluso SIDA. ¿Han visto a personas mutiladas de algún
miembro porque tuvieron infecciones severas, alergia al metal del piercing o
porque se tragaron la aguja?
--- Si --- recuerdo a la mujer de la plaza
sin una fosa nasal.
--- Las personas que se perforan la lengua
sufren, después, dificultad para percibir sabores, deglutir y masticar. Los
piercings deprimen o fracturan el esmalte de los dientes y adelgazan la tabla
ósea. Hay infinidad de hombres y mujeres con abscesos, quistes y tumores en los
lugares en que antes tuvieron un piercing. ¡Modesta, acompáñame a la Dirección!
Necesito hablar con tus padres. Y tu,
Felipe, por favor, regresa al aula.
Obedezco. Camino con pasos lentos de vuelta
al salón. Al entrar, me doy cuenta que mis compañeros ya no se sienten
atribulados como al principio de la semana. Charlan y juegan con gritos.
Voy hasta el pupitre de Modesta y me agacho
para sacar de su mochila la lata de anestésico local que estaba usando. Abro a
tapa y me encuentro con algo extraño. No es crema. Es un talco. Lo toco con un
dedo y se me queda pegado en la yema. Cuando estoy oliéndolo siento que alguien
me jala del suéter por la espalda. Es Modesta. Se ve furiosa. Me arrebata la
lata con la mano izquierda y con la derecha me da una fuerte bofetada.
Veo estrellas. Nunca antes había recibido
un golpe así. Mis compañeros, primero hacen expresiones de asombro y después se
ríen. Modesta sale del salón tan intempestivamente como entro.
Esa tarde voy a casa de Itzel y le platico
lo sucedido.
Mi prima se muestra muy preocupada.
--- ¿Dices que Modesta usaba ese polvo
blanco como anestésico local?
--- Sí. Se lo estaba untando en la lengua
cuando llegue.
--- ¿Y no parecía nerviosa y hasta un poco
agresiva?
--- ¡Claro! Te digo que primero me empujo
para salir corriendo y luego me abofeteo. ¡Ella no es así! Dicen que tiene
serios problemas familiares, pero eso no la justifica…
--- ¿Podrá gastar dinero en una droga cara?
--- ¿Crees que se estaba poniendo…?
--- Cocaína.
--- ¿Cómo?
--- La Cocaína es un anestésico local.
Además provoca sentimiento de grandiosidad y euforia; lo estuve leyendo. ¿Dices
que Modesta tenía fiebre y estaba sudando? Pudo ser por la Cocaína. Sus efectos
son como bombazos de poder.
--- Pero esa droga --- contesto ---, es una
de las peores, según se. Está prohibida en todo el mundo. ¿Cómo pudo Modesta
conseguir una lata entera? ¡Eso es imposible!
--- Tienes razón --- se queda pensando ---.
Es imposible…
--- Además --- digo ---, ¿a quién se le
ocurriría usar Cocaína como medicamento?
--- Bueno --- dice Itzel --- la planta de
coca crece de forma natural en Colombia, Perú y Bolivia. En algunas zonas
andinas hay condiciones de vida muy difíciles, por eso ciertos indígenas
mastican las hojas crudas desde hace cientos de años como “medicina” para
fortalecerse.
--- Pero además de esos casos, nadie más
usa la Coca como medicamento ¿o sí?
--- Sí. Leí que a fines del siglo
diecinueve cuando un científico alemán extrajo el clorhidrato de Cocaína de la
planta de coca, la uso como medicamento. La Coca Cola se llama así porque
cuando se lanzó, en 1886, contenía Coca, la sustancia base de la Cocaína, pero
diecisiete años después fue reemplazada por cafeína.
--- ¡Vaya! --- reflexiono ---, ¿y la
Cocaína se unta como lo hizo Modesta?
--- No. Por lo regular se esnifa. Como es
cara, se vende en la calle revuelta con otros ingredientes como talco y jabón.
Para esnifarla, se separa en líneas con una navaja o tarjeta de crédito, luego
se aspira toda la línea con un popote. Algunos se la inyectan, la comen o la
fuman. Esto es más peligroso todavía. Por cada línea esnifada, la persona tiene
un bombazo de energía que le dura como una hora. Produce tanta tolerancia que
pronto se necesita duplicar o triplicar la dosis. A la larga ocasiona anorexia,
irritabilidad, pérdida de peso, insomnio crónico, perforación del tabique
nasal, convulsiones, delirio de persecución, impotencia y esterilidad.
--- No --- digo categórico ---, es imposible
que Modesta haya traído Cocaína en esa lata. Ella es una persona muy noble y
hasta insegura. Tampoco creo que tenga dinero para conseguir esa droga.
--- Si --- coincide Itzel ---, si Modesta
tomara Cocaína no podría ocultarlo, porque quien lo hace adquiere una adicción
psicológica tan fuerte que pierde todo lo que tiene y arruina su vida. Dijiste
que Modesta se siente confundida por la muerte de Jennifer. Pues quizá necesita
apoyo. Podrías demostrarle que eres un buen compañero y que no le guardas rencor.
--- Tienes razón. Si continua faltando a la
escuela, voy a visitarla.
Itzel me acompaña de regreso a mi casa.
Cuando caminamos por la acera, me dice:
--- Felipe… ¿ya te diste cuenta de que
estamos en medio de una guerra?
--- ¿Cómo?
--- Nadie nos preguntó si queríamos
participas, pero nos encontramos en el campo de batalla. ¡Es la guerra de la
droga contra los jóvenes! No podemos vivir desprevenidos. Tenemos que conocer
bien el terreno y desarrollar un sexto sentido. ¡Sospechar de todo! Esa es la
razón por la que llegue a pensar mal de Modesta. Debemos permanecer siempre
alertas. No es que seamos negativos. ¡Es que estamos en pie de guerra!
Cuando llegamos a mi casa ocurre algo
inesperado.
La puerta se abre. Sale un joven apuesto y
elegante que se despide con mucha amabilidad de mi madre y de Riky. Luego me
mira y se finge alegre por encontrarme.
--- Hola, Felipe --- me saluda de mano ---.
Vine a dejarte el libro que me encargaste --- guiña el ojo.
--- Hola… --- contesto sin saber quién es.
Me esfuerzo por reconocerlo. Aunque su
físico me parece familiar, es su voz la que en realidad conozco perfectamente.
Como un relámpago siniestro recibo la
conexión en mi cerebro.
Es el Cadaver.
LSD
LA DROGA
ALUCINOGENA DE LOS “SABIOS”
Viene impregnada en el anverso de
calcomanías infantiles,
produce sensación de “todo al revés”
y “grandes ideas”.
Es increíble lo que
tengo ante mis ojos. Ese tipo, ahora, no aparenta ni pizca de maldad. Parece el
galán inocente de una película juvenil. Pregunta:
--- ¿La señorita es…?
--- Mi prima --- contesto.
--- Mucho gusto --- le da la mano y sonríe.
Itzel, aunque hace unos segundo estaba en
pie de guerra, parece haber bajado la guardia ante el coqueteo del advenedizo.
--- Yo vendo libros, linda --- continua el
Cadáver ---, si alguna vez se le ofrece, Felipe tiene mis datos.
--- Gracias --- dice Itzel entrando a la
casa.
Me quedo afuera unos minutos.
--- Mentiroso --- susurro ---, ¿cómo
conseguiste mi dirección? ¿Qué quieres aquí? ¿Pro que no vienes vestido de
dark?
--- Son muchas preguntas ¿no crees,
Felipin? Una por una. Tu dirección me la dio Riky por teléfono. Le dije que
necesitaba traerte un paquete y soltó la sopa; quiero ayudarte a conocer el
mundo de la noche y no estoy vestido de negro porque yo tengo dos caras.
--- Lárgate de aquí, Cadáver. Te advierto…
--- Sssshhh… silencio --- pone un dedo
sobre su boca ---, a los amigos de la noche nos perturban los ruidos altos, tú
no puedes advertirme nada. Si eres inteligente comprenderás que el silencio
será tu mejor aliado. Yo puedo hacer que las tinieblas persigan a tu hermano
Riky y a tu linda prima.
--- ¿Me estas amenazando?
--- Solo te advierto. No le digas a nadie
quien soy --- lleva una mano hasta mi cara y me da palmadas muy despacio ---.
Escucha bien lo que te voy a decir, Felipe. Guarda silencio sobre mí y los
míos, o te arrepentirás toda la vida.
Se da la vuelta para irse. Estoy temblando.
Abro la reja de mi casa y la cierro. Desde
adentro le grito:
--- ¡No te tengo miedo! Estas enfermo del
cerebro. Aunque quieres impresionar, disfrazándote de zombi, solo eres un
mediocre. Además mi padre me dijo que el rito de la Santa Muerte no es más que
una forma oculta de satanismo. Tal vez ni siquiera sabes en lo que estas
metido. Eres un perdedor.
El Cadáver, se detiene al oírme y regresa.
No puede alcanzarme, porque he cerrado la puerta, y la chapa solo abre por
dentro.
Para mi sorpresa, intenta abrir. Como no lo
consigue, trepa por los travesaños de la reja y se descuelga cayendo justo a mi
lado. Me toma de la ropa y me empuja hasta ponerme contra los barrotes.
--- Creí que lo habías entendido entre
líneas, imbécil. Pero te lo voy a decir muy claro, --- hace una pausa y me
escupe en la cara ---. ¡Deja de buscar a Pascual!
Se sacude las manos, me arregla la camisa.
Abre la puerta y se va.
Tardo mucho tiempo en reaccionar.
Me quedo recargado en la reja sin acabar de
asimilar lo que paso.
Itzel sale de mi casa dispuesta a regresar
a la suya. Me encuentra inmóvil, asustado.
--- ¿Qué tienes, Felipe?
--- El tipo que acaba de irse --- le digo
apenas ---, vino a amenazarme… Lo mando Pascual…
--- ¿Cómo?
Entramos a la casa. Itzel llama a mi mamá y
nos sentamos alrededor de la mesa de la cocina. Pasa por mi mente la idea de
esconder la información. No decir nada. Obedecer al Cadáver y así evitar una
posible venganza, tal como me lo advirtió, pero recuerdo la regla de mi padre:
Para tener fortaleza y unión familiar todos debemos decirnos siempre la verdad.
Mamá parece muy asustada. Llama a Riky y le
hace preguntas.
--- Ese joven que dejaste entrar ¿qué trajo
exactamente?
--- Un libro.
--- A verlo.
Riky va por él. Lo analizamos. Se ve
normal.
--- ¿Dejo algo más? --- pregunta mamá ---,
¿no te regalo pastillas, chicles o algo por el estilo?
--- Si – dice mi hermano ---. Me obsequio
una planilla de estampitas.
--- ¿Cómo? ¡Traela!1
Riky va y regresa. Es un pliego de papel
con veinte caritas felices impresas en color amarillo. Cada figura está
enmarcada en un cuadro que puede recortarse.
--- ¡Dios santo! --- dice mi madre,
asustada ---. ¿No has lamido ninguna de estas figuras por la parte de atrás,
verdad?
--- No. ¿Qué tienen de malo?, ¡son
calcomanías de la suerte!
El muchacho me dijo que si las uso en mis
cuadernos voy a convertirme en sabio.
--- No puede ser --- exclama Itzel ---. ¿Te
dijo eso?
--- ¿En qué piensan? --- pregunto ---. Me
están asustando.
--- Felipe --- dice mi prima ---. ¿Tienes
la hoja con el resumen de todas las drogas?
Asiento; voy por ella.
--- ¿Puedes leer donde dice LSD?
Lo hago.
EL ACIDO LISERGICO o LSD es una droga muy poderosa que tiene 3 características
peculiares:
1.
Se vende en
estampitas infantiles. Aunque también existen pastillas o gelatina, por lo
regular viene impregnado en cuadritos de papel que parecen stickers o
calcomanías para niños con la figura de una fresa, un pingüino, una carita
feliz, el fantasma Casper, los Simpson, Superman, o cualquier otro personaje de
moda. La droga viene impregnada en la parte trasera de los cuadritos de papel
que tienen como medio centímetro de lado. Las planillas suelen traer impresas
100 estampas. El joven, solo necesita lamer la figura por el anverso y unos treinta
minutos después comienza a tener alucinaciones.
2.
Produce que el
cerebro trabaje de forma invertida. Las luces fuertes se ven débiles y las
débiles, fuertes. Los sonidos altos parecen bajos y viceversa. Los colores se
pueden oler y los sabores oír. Las cosas suaves se sienten ásperas y las
rugosas parecen lisas. De la nada surgen imágenes irreales, a veces agradables
y a veces horribles. Sus efectos pueden durar hasta 18 horas y los espejismos
se repiten por si solos, días después. El LSD produce taquicardia, mareos,
náuseas, temblores y locura temporal.
3.
Da una sensación de
gran sabiduría. Los
consumidores de esta droga dicen que bajo sus efectos pueden filosofar
intensamente, comprenden los más impenetrables misterios del universo, razonan
con gran inteligencia, pierden la noción del tiempo y eso les permite hacer
análisis penetrantes e introspecciones profundas. Por eso, en la historia ha
habido supuestos genios que estimulan a los jóvenes a conocer la gran sabiduría
del ácido.
Cuando acabo de leer, nos quedamos
contemplando la planilla con caritas felices sobre la mesa.
En ese instante escuchamos ruidos en la
entrada de la casa. La idea de que pudiera ser otra vez el Cadáver o alguno de
sus aliados, nos roba el aliento. Para nuestro consuelo, identificamos las
pisadas de mi padre.
--- Hola --- oímos su voz ---, ¿dónde están
todos?
--- Aquí --- contesta mamá ---, en la
cocina.
Llega hasta la puerta y se detiene al
vernos amedrentados.
--- ¿Qué sucede? --- pregunta.
--- Siéntate, tenemos que hablar contigo.
NOTA: RECUERDA QUE LAS LECTURAS DEBEN DE REALIZARLAS CON SUS PADRES, HACER EL ANALISIS Y SOBRE TODO DARLE USO EN CADA UNA DE LAS ASIGNATURAS.
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