jueves, 27 de octubre de 2016

Lectura 5 "La Calaca que Vive en Ti"

LA CALACA QUE VIVE EN TI

 El conjunto de huesos forma el sistema óseo; mejor conocido como esqueleto, que funciona como armazón para dar soporte al cuerpo. también nos permite movernos y proteje a los órganos internos. 



Te presento algunos de los huesos más importantes del esqueleto: 

Columna vertebral 
Empieza en la cabeza y recorre el cuello y la espalda hasta la pelvis. Está compuesta por 26 huesos en forma de anillo llamados vertebras. Protege a la médula espinal: un haz de nervios que transmite información entre el cerebro y el resto del cuerpo. 
Costillas 
Se parecen a una caja que rodea el pecho. Protege órganos vitales como el corazón, los pulmones  y el hígado. 
Cráneo 
Ya sabes qué hay dentro del cráneo, ¿verdad? Exacto: ¡el cerebro! De hecho el cráneo está formado por diferentes huesos, algunos de los  cuales forman la estructura de la cara. 
Brazos 
Cada brazo está constituido por tres huesos: el húmero, el radio y cúbito. El primero está encima del codo; los otros dos, debajo de él. 
Manos 
La parte central de la mano está formada por cinco huesos diferentes. Cada dedo tiene tres huesos, excepto el pulgar,  que tiene dos. Entre las muñecas, las manos y los dedos tenemos nada más y nada menos que ¡54 huesos! 
Pelvis 
Es una estructura en forma de embudo que sostiene la columna vertebral. Está compuesta por dos huesos grandes de la cadera en la parte de adelante y por unos huesos llamados sacro y coxis en la parte de atrás. Actúa como una barrera de protección que rodea partes de los sistemas digestivo, urinario y reproductor. 
Piernas 
Tienen huesos muy grandes y fuertes para ayudar a sostener el peso de todo el cuerpo. El hueso más largo de todo el cuerpo  llamado fémur, es el que va de la pelvis a la rodilla. En la rodilla hay un hueso triangular llamado rótula. Debajo de la rodilla están la tibia y el peroné. 
Sabías que… 

·                Todos los bebes nacen con espacios entre los huesos del cráneo. –conforme el bebe crece, estos espacios se van cerrando hasta que los huesos  se unen por completo. 

·                Los bebes tiene más huesos que los adultos, porque su esqueleto está formado por 300 diferentes partes de huesos y cartílago. 

·                Durante el crecimiento los huesos extra se unen con otros hasta que llegan a ser 206. 


·                La mayoría de la gente tiene 12 costillas a cada lado, pero una persona de cada 500 tienen una costilla extra, llamada costilla cervical. Cuando tengas 25 años tus huesos habrán alcanzado el tamaño máximo que van a tener 

lunes, 17 de octubre de 2016

LECTURA 4 "El Aprendiz"

LECTURA 4


EL APRENDIZ

A finales del siglo XVIII, vivía en la capital de la Nueva España un maestro panadero llamado Justino. Durante las primeras horas de la madrugada, mientras todos en la ciudad dormían, él se afanaba elaborando el pan que las familias disfrutarían en el desayuno. Aunque su negocio era modesto (contaba sólo con dos ayudantes), gozaba de mucha fama en el barrio. Desde muy temprano la gente hacía cola frente a su establecimiento para comprar panes de sal, birotes y cocoles olorosos a anís y a canela. También llegaban los repartidores, quienes acomodaban las piezas en cestos que cargaban sobre la cabeza para venderlas en las calles. 
Una mañana se presentó en la panadería la prima de Justino. Venía acompañada de un chico de unos doce años. La mujer le informó que su marido acababa de morir y que le traía a su hijo Alfonso para que, por favor, lo empleara como aprendiz. Justino le dio el pésame a su prima y aceptó darle trabajo al muchacho. “Comenzarás mañana”, le dijo. La noche del día siguiente, llegó Alfonso. Tras mostrarle el lugar, Justino le explicó cuáles serían sus obligaciones: “Cargarás los sacos de harina y te ocuparás de barrer y limpiar la panadería”. El sobrino interrumpió a su tío y le dijo que, con todo respeto, no estaba allí para hacer la limpieza, sino para preparar pan. Afirmó que no era necesario que le ensañara nada, pues él había visto cómo se hacían las distintas piezas. “Soy un experto”, aseguró el muchacho en tono arrogante. Justino sonrió y le dijo: “Muy bien, pues ya que eres un experto, te ocuparás de elaborar unos pambazos”. Dicho esto, le dio medio saco de harina, catorce huevos, manteca, sal y lo dejó solo. Un par de horas después, Alfonso abrió la puerta del horno de adobe y sacó el pan que había hecho. Aquéllos no parecían pambazos, sino pedazos de carbón. “No es culpa mía —se defendió Alfonso—, la harina que me dio usted era de muy mala calidad. Además, los huevos estaban podridos.” El tío guardó silencio. Al día siguiente, le ordenó a su sobrino que preparara cemitas. 
El resultado fue aún peor. Sin embargo, el chico tampoco admitió su error. “No es culpa mía —se justificó—, la chimenea de su horno está llena de hollín y lo ahúma todo. Además, la manteca estaba rancia.” Justino volvió a guardar silencio. Al tercer día, el panadero le anunció a su sobrino: “El virrey, don Miguel José de Azanza, duque de Santa Fe, nos ha hecho un pedido especial. Quiere tres docenas de rosquetas, pues tendrá invitados a desayunar. Y como eres un experto, tú las prepararás. Te daré harina de calidad, huevos frescos y manteca recién comprada”. Cuando Alfonso escuchó esto se puso nervioso. “Por cierto, querido sobrino, no sé si sepas que el virrey tiene muy mal carácter. Un día compró un tonel de vino y como éste no fue de su agrado, mandó encerrar en una mazmorra al comerciante que se lo había vendido.  

Pero, claro, eso no es ningún problema para ti, ¿verdad?” Estas últimas palabras hicieron que Alfonso se pusiera aún más nervioso. Comenzó a sudar y las piernas le flaquearon. Con voz temblorosa, le preguntó a su tío cuánto tiempo había permanecido preso el comerciante de vinos. “Creo que tres meses”, respondió Justino con fingida inocencia. Entonces Alfonso le pidió perdón a su tío. Reconoció que no era ningún experto y que con gusto barrería el negocio y le ayudaría a cargar los sacos de harina mientras aprendía el oficio. El panadero sonrió y juntos se ocuparon de hornear las rosquetas para el virrey.