viernes, 31 de octubre de 2014

Lectura 9

ketamina
LA DROGA SILENCIOSA QUE SEPARA EL CUERPO DE LA MENTE
La Ketamina produce sensación de flotar por los aires y visión de caricaturas.

Siempre me ha costado trabajo pensar y moverme tan rápido como Itzel. Ella suele esperarme, pero esta mañana, se adelanta por la acera. Justo a mitad del camino casi choco con ella. Se ha detenido y mira mi casa.
--- ¿Ya viste? --- pregunta al sentirme atrás.
Hay dos patrullas de policía junto al carro de tus padres.
--- ¡Dios mío! --- los brazos me cosquillean ---, a lo mejor se murió Jennifer.
--- ¡No! Tranquilo. Debe ser otra cosa --- me toma de la mano ---. Vamos.
Llegamos hasta mi casa como dos hermanos dispuestos a darse apoyo frente a recónditas noticias.
En efecto, hay policías en la entrada.
La puerta principal está abierta.
Un repentino pavor me paraliza las piernas y disminuyo el paso. Mi prima me jala hacia el interior con suavidad.
En la sala están sentados tía Beky, mis papás, el director de la escuela y el jefe de la policía. Todos tienen una expresión tétrica.
Parece como si…
Itzel y yo nos detenemos frente a ellos, percibiendo las oscilaciones de dolor y pasmo. Mi prima lo encara.
--- ¿Se… murió… Jennifer?
Nadie contesta de inmediato, pero mi tía agacha la cara y comienza a llorar. De todos los adultos marchitos, ella es la única que trae los ojos rojos y los parpados hinchados.
¿Sera posible? Volteo alrededor.
Aunque no hay gritos ni llantos desesperados, en el aire flota un profundo sufrimiento. Solo mi tía solloza.
--- ¡Díganmelo! --- grito.
El policía comenta con voz gutural:
--- Jennifer falleció hace unas horas.
Me mareo. Itzel se da cuenta de mi trastabillón y me abraza por la espalda. Luego me lleva hasta una silla.
--- Necesitamos saber --- prosigue el comandante dándome un papel ---, si tú le escribiste esta nota.
La hoja tiene el dibujo de una especie de pera con ojos. En medio de la silueta hay cinco palabras y una firma: “No me dejes. Te amo; SUPER K”.
--- Yo no escribí esto --- digo arrastrando las palabras.
Vienen imágenes de Jennifer a mi mente. La chica más hermosa de la prepa, levantando la mano para participar en clase, dirigiendo a sus compañeras en un baile de jazz, defendiéndome en la oficina frente a Pascual.
Aprieto los dientes y siento como la vista se me nubla.
El policía no se inmuta. Pregunta:
--- ¿Conoces a alguien que haya podido escribir este recado?
Muevo la cabeza. Con gran dificultad claro:
--- Ni siquiera había oído el apodo de “SUPER K”.
--- No es un apodo --- dice el director de la escuela ---, encontré esta nota en la bolsa de Jennifer, donde había una pastilla con la letra K. La lleve al hospital para que los médicos la analizaran. Se trata una droga muy peligrosa.
--- ¿Entonces tomo otra cosa además de GHB?
--- Quizá. Hasta ahora el diagnóstico es que murió por sobredosis de GHB, pero es un hecho que traía Ketamina en su bolso.
La lengua se me ha ido hacia atrás y me está obstruyendo la respiración.
El director prosigue:
--- Pascual es el principal sospechoso. Lo sabemos. Sin embargo tenemos muchas preguntas: ¿Por qué Jennifer quiso salir contigo, Felipe? ¿Por qué estuviste besándola y le desabotonaste la ropa? ¿Por qué quisiste huir cuando ella se desmayó?
--- Yo no… no…
Itzel sale en mi defensa.
--- Deberían interrogar primero a Pascual ¿no les parece?
--- Fuimos a su casa hace rato --- comenta el policía ---. Tal parece que después de que estuvo detenido por vender anfetaminas, su papá pago la fianza y discutió con él. Pascual se enojó con su padre y se largó. ¡Así como lo oyen! Nadie sabe dónde está --- yo escucho difusamente, me ha bajado la presión ---. ¿Me permites la hoja? --- dice el policía; le devuelvo el dibujo ---. Tal vez tengas que hacer una prueba grafológica para demostrar que tu no pintaste esto.
--- Si --- alcanzo a decir.
--- Estaremos en contacto --- completa el oficial ---. Si sabes cualquier cosa que sirva para hallar al culpable de este crimen, te lo agradeceremos.
--- Si…
Todos los adultos se pones de pie para despedirse.
--- Comandante --- doce Itzel ---, ¿puedo hablar con usted a solar?
No sé por qué, pero estoy sin fuerzas y me es imposible poner atención. En medio de una espesa neblina distingo que mi prima se aleja con el jefe de la policía; la veo quitarse el reloj y mostrar la quemadura de cigarro…
Siento palmadas de alguien en mi cara y un intenso olor a alcohol.
--- ¡Ya volvió en sí! --- escucho de forma vaga ---. Felipe ¿te sientes mejor?
Abro los ojos y levanto la cabeza. No sé qué me paso.
--- Te desmayaste.
Los policías y el director ya se fueron.
Mi hermano Riky está a mi lado deteniendo la botella de antiséptico.
Papá dice:
--- Necesitamos regresar al hospital; hay muchos trámites que hacer… Quédense en la casa, por favor. Itzel, ¿te encargo a tus primos? Los llamamos por teléfono al rato.
--- Si, tío, no te preocupes.
Itzel va hasta su mamá. Se abrazan. El dolor es demasiado grande para expresarlo con palabras.
En cuanto nos quedamos solos, vuelvo a hundirme en el sillón. Entonces me suelto a llorar, tapándome la cara con ambas manos. Mi hermano menor se acerca para tratar de consolarme, pero opta por quedarse a prudente distancia.
Por lo visto esta enterado de todo el problema. Itzel, no puede soportar la presión y comienza a sollozar, también.
Se va a otro cuarto.
Pasamos más de una hora lamentándonos. Cuando parece que no podemos producir más lágrimas, mi prima regresa a la sala y se sienta junto a mí. Me dice:
--- ¿Tienes las hojas que imprimí sobre drogas?
--- Si --- las había doblado y metido a la bolsa de mi camisa ---, aquí están.
Ella busca un párrafo.
--- Mira --- comenta despacio ---. A la Ketamina, le dicen “SUPER K”.
Tengo los ojos descompuestos. Itzel también. Llama a mi hermano.
--- Riky, ven. ¿Me puedes ayudar?
--- Si --- se acerca de un salto.
--- Lee aquí, por favor.
La dicción de Riky es lenta.
--- Ketamina. Se creó como anestésico humano, pero producía alucinaciones graves y entonces comenzó a utilizarse en veterinaria. Ya casi no se usa con animales, tampoco. Bloquea el sistema nervioso sin deprimir el respiratorio ni el circulatorio.
--- ¡Alto! --- digo ---, ¿ya escuchaste eso, Itzel? Rodrigo es veterinario…
--- Sí. Por favor, continua, Riky.
--- Aunque aún se consigue en las farmacias controladas, su producción masiva es ilegal y se vende en la calle en forma de pastilla o polvo. Puede inyectarse, esnifarse o comerse. Le dicen “K”, “Special K” “Súper K” o “Vitamina K”. La Ketamina es una droga única, porque como ninguna otra, ocasiona efectos disociativos. Es decir, quien la toma se ve desde otro plano, parece como si la mente se separara del cuerpo, además siente que flota o vuela; a ratos se ve adentro de un largo túnel que gira; los cuerpos y caras de los demás parecen muy distorsionados, como caricaturas; las extremidades se alargan y se acortan. Se percibe una supersensibilidad en los sentidos. Las alucinaciones producida por Ketamina pueden llegar a ser aterradoras. Los efectos de luz y sonido en los antros agravan los espejismos. Como es imposible saber la concentración, tomar Ketamina es muy peligroso. Si se combina con alcohol u otras drogas depresoras la persona puede perder el conocimiento y morir. Aun asi hay quienes la mezclan con Éxtasis o con Cocaína. A la unión de Cocaína y Ketamina se le dice Calvin Klein; provoca efectos brutales y una dependencia enorme.
--- ¿Por qué? --- pregunto con rabia ---, ¿si esta droga es tan peligrosa hay jóvenes que la toman?
Itzel se encoje de hombros.
--- Supongo --- contesta ---, que muchos quieren saber que se siente flotar por los aires y separar la mente del cuerpo; también puede ser interesante percibir sonidos, olores y colores que no existen… Sigue leyendo Riky.
Mi hermano obedece.
--- Con Ketamina, existe riesgo de ruptura de aneurismas cerebrales, toraxicos y abdominales. En los esquizofrénicos la Ketamina activa sus síntomas psicóticos. Los usuarios viven al filo de la muerte.
Cuando Riky termina de leer, permanecemos callados un  largo rato. Luego Itzel resopla.
--- Todo es tan confuso --- se levanta y dice ---. Voy a preparar algo de desayunar.
Riky quiere leer más. No lo soporto.
--- ¡Cállate! --- le grito.
Bota los papeles y se va al sillón de enfrente. Cruza los brazos, enfadado.
Después de un rato, Itzel nos llama desde la cocina. Huele bien. Ha preparado huevos con tocino. Cuando llegamos a verla está escribiendo en una servilleta con los ojos entrecerrados como quien se esfuerza por recordar las respuestas de un examen.
--- ¿Era la Avenida Sur – Oriente o Sur – Poniente?
--- ¿Te refieres al lugar en la Plaza de arte, donde Jennifer se perforo el estómago?
--- Sí.
Entonces recuerdo la nota que tenía Jennifer en su bolso con las palabras “No me dejes, SUPER K”.
De momento, la silueta me pareció una pera con ojos, pero ¡en realidad era una especie de calavera!
Me armo de valor. Digo:
--- ¡Vamos a esa plaza! Debemos investigar. ¿Qué importa si no tenemos la dirección exacta? Allá preguntamos.
Muchas veces he escuchado hablar del mundo de las drogas. Sin ser drogadicto, ahora estoy dentro de él.









viernes, 24 de octubre de 2014

Lectura 8



TABACO
LA DROGA SILENCIOSA QUE ASESINA EN MASA
La nicotina y el alquitrán matan millones de personas a diario. El humo perjudica también a los no fumadores.

---Eso sig… ni… fi… ca --- digo titubeando ---, ¡que Rodrigo ya había visto antes a Jennifer en el orfanato! --- mi prima asiente un poco ---, que tipo tan mentiroso. Ayer dijo que no la conocía.
Itzel se limpia las lágrimas y confiesa:
--- Rodrigo y yo terminamos mal. ¡Nos peleamos horrible!
Mira la marca de su muñeca y trata de tocarla. Es obvio que le duele.
--- Deberías ver a un médico --- le aconsejo ---, esa herida esta fea. Ya debería haber cerrado.
--- Si --- concede ---, tal vez tengas razón. Pero hay otras cosas que me preocupan más. Rodrigo se dio cuenta como quiero a mis niñas. En especial a Jennifer. Quizá la perjudico sabiendo que de esa forma me lastimaría a mí también.
Siento que mi corazón palpita de forma acelerada. Las cosas se están complicando cada vez más. Mi prima se soba la muñeca con suavidad.
--- ¿Te duele?
--- Sí.
--- ¿Cómo te quemo?
--- Fuimos a una fiesta de parejas --- explica con la vista fija en un punto ---. Todos bebieron tequila y fumaron muchos cigarrillos. Quisieron enseñarme a jugar cartas. Aunque había otras mujeres, yo estaba muy incómoda. No me sentía bien en ese lugar. Insistieron tanto que bebí una margarita. Como no estoy acostumbrada a tomar alcohol, me emborrache. De pronto, dejaron de apostar dinero e inventaron un juego nuevo. Escribieron varios castigos en tarjetitas que pusieron sobre la mesa. Se reían y murmuraban. Según ellos, una de las tarjetas contenía la “sentencia máxima”. Comenzamos a jugar. A los perdedores les salían castigos bastante fuertes como quitarse algunas prendas de vestir o dar besos y cachetadas a diferentes personas, pero cuando a la muchacha que estaba junto a mi le toco “la sentencia máxima”, todos se pusieron felices. Hubo gritos y carcajadas. Al calor de las copas y del humo, ella tuvo que obedecer…
Itzel se detiene en su relato. La animo a seguir.
--- ¿Qué decía la tarjeta?
Baja la voz y voltea cerciorándose de que nadie más la escuche.
--- “Desnúdate por completo o haz la prueba de fuego”.
--- ¿Cómo?
--- Tal cual. La mujer estaba muy tomada, así que opto por quitarse la ropa. Solo le permitieron quedarse con los calzoncillos. Yo quise salirme del juego, pero no me dejaron. La que me obligo a permanecer casi a gritos, fue la muchacha recién desnudada. Quería a toda costa que alguien más sufriera la pena máxima. Acordamos en jugar solo cinco rondas más. Volvieron a meter la “sentencia de muerte” en el paquete de cartas y las revolvieron. Me libre de perder en las primeras cuatro, pero a la quinta, tuve la carta más baja. Tome la tarjeta y ahí estaba otra vez. Ya te imaginaras --- levanta su brazo lastimado ---, esta era la prueba de fuego…
Lo comprendo todo. Mi prima no acepto desnudarse, pero la obligaron a quemar su piel con un cigarrillo encendido.
--- ¿Lo hiciste tu sola? --- pregunto.
--- No. Me detuvieron entre varios y la chava sin ropa lo hizo…  Hubo muchas risas y aplausos. Yo no podía creer que Rodrigo hubiese visto todo sin defenderme. Cuando subimos al coche, yo estaba llorando. Sentía mucho dolor en el brazo. Él quiso consolarme. Se acercó a mí y me beso. Trate de apartarlo, pero me agarro con mucha fuerza y siguió besándome. Olía a tabaco. Sabía a tabaco. Era como si me hubieran obligado a chupar un cenicero.
Trago saliva. La perrita french poodle entra al estudio. La acaricio, como tratando de no darle importancia a cuanto acabo de escuchar, pero lo cierto es que estoy temblando.
--- ¿Qué le dijiste a Rodrigo, después de que te beso a la fuerza?
Itzel tiene la mirada cristalizada por el coraje al recordar.
--- Lo amenace con denunciarlo en la policía porque el ocasiono que sus amigos me quemaran el brazo. Le dije que era un poco hombre. Me contesto: “cálmate, tomate esta pastilla, es una medicina para el dolor de la quemadura; te sentirás mejor”. Ahora pienso que tal vez el muy desgraciado quería drogarme. Le avente la pastilla a la cara y salí de su auto. Casi me atropellan. Subí a un taxi y nunca más volví a verlo, hasta ayer en la noche.
--- ¿Lo denunciaste?
--- No.
--- ¿Al menos le platicaste a tu mama?
--- No, Felipe. Tú eres el primero que lo sabe. Supongo que me paso como a las mujeres que sufren abuso o tienen problemas con los hombres. Se sienten culpables, sucias y solo decena olvidar lo que ocurrió. Por eso callan.
Itzel toma el cuadrito de tela adhesiva dispuesta a cubrirse la llaga de su muñeca.
--- Espera --- le digo ---, déjame verla.
Me la muestra. Tiene como un agujero en carne viva.
--- No está nada bien. Esto se te puede infectar. Prométeme que vas a decirle a tu mama o a un médico…
Sonríe cariñosa y me abraza.
--- Si, primo, te lo prometo.
Luego vuelve al proceso de ponerse la gasa.
--- Ahora entiendo --- le digo, pensativo ---, por que no soportas el cigarro.
--- ¡Su simple olor me da asco, Felipe! Además, es una droga muy dañina.
--- Bueno --- objeto ---. El cigarro se considera una droga “blanda”. No es como el GHB y todas esas a las que les llaman “duran”.
--- ¿Quién te dijo eso?
--- Lo leí.
--- ¿Pues es una tontería! No existen drogas duras y blandas.
Existen drogas. Punto. La televisión hace publicidad para que digamos “no” a las drogas y los adultos se preocupan porque la juventud no se drogue, pero hablando claro, en el mundo mueren más personas debido a las consecuencias del alcohol y del tabaco, que por el uso de todas las drogas ilegales juntas.
--- ¿Entonces el tabaco si es una droga?
--- Por supuesto. Revisa la definición --- mueve el mouse y abre varias páginas; después de unos segundos dice ---, aquí esta. Se le llama droga a toda sustancia no alimenticia, que produce tolerancia y a veces adicción, cuyas moléculas viajan en forma directa al cerebro y actúan sobre el alterando las sensaciones físicas o psicológicas y modificando el comportamiento de la persona.
--- La doctora de la Secretaria de Salud dio una definición parecida.
--- Bueno, pues el tabaco cumple con todos los requisitos.
Acabo de leerlo. Mira. Es una droga adictiva. Produce dependencia física y psicológica con rapidez. De hecho, aquí dice que la Nicotina pura es un veneno muy potente. Si tomaras unas cuantas gotas de Nicotina morirías en minutos --- señala su monitor y mueve la pantalla para seguir el tema ---. En el humo del cigarro, las partículas de Nicotina se disuelven con la saliva de la boca y pasan a la sangre; al llegar al cerebro irritan las neuronas y mejoran los niveles de atención; al mismo tiempo disminuyen la rigidez muscular. Los efectos parecen muy agradables: de alerta y relajación a la vez. Pero el fumador no se da cuenta de que sus dientes se vuelven amarillos, su piel se reseca, su boca adquiere un profundo olor acre y su condición física disminuye, porque el tabaco lesiona los pulmones, además de ocasionar cáncer y enfermedades del corazón.
--- Pero yo conozco personas mayores que han fumado toda la vida y se encuentran sanas --- protesto ---. También he oído que el humo de las ciudades contaminadas es más dañino que el humo de los cigarrillos.
--- Las dos cosas son mentira, Felipe. Todos conocemos adultos fumadores, ¡pero analízalos bien! Ve como les cuesta trabajo respirar, escúchalos toser, observa que casi no se mueven y son incapaces de hacer el más mínimo ejercicio; mira sus dientes, acércate a oler la fetidez de su boca. Si pudieras echar un vistazo a sus pulmones te asuntarías. Aunque has sobrevivido a un hábito nocivo, no merecen honores por ello. ¡Todo lo contrario! Cuando alguien enciende un cigarro para fumarlo, solo presume debilidad de carácter. Un fumador puede triunfar en muchas áreas, pero el cigarro en su boca habla de fracaso en otras. Quizá esa persona tenga la suerte de llegar a ser anciana, pero es más posible que pase a formar parte de las estadísticas de quienes mueren cada día por enfisema pulmonar o cáncer. Mira lo que dice aquí. Me muestra la pantalla de su computadora.
Acerco mi silla para leer.
--- Los estudios epidemiológicos señalan que el tabaco es causante del 30% de todos los canceres diagnosticados, frente a un 2% producido por la contaminación ambiental, así que es tonto decir que el humo de las fábricas y autos causa más daño. Cuando el cigarro se deja consumir en el cenicero, el humo que sale de él es incluso más dañino, pues tiene mayor concentración de cancerígenos. Al fumar delante de otras personas se les está convirtiendo en fumadores pasivos obligándolos a respirar un aire contaminado. Los fumadores pasivos también pueden padecer problemas respiratorios. Fumar durante el embarazo pude dañar al bebe. Para fumar Marihuana o Crack se necesita, por fuerza, aprender a fumar tabaco, primero.
--- Entonces --- reflexiono ---, papá también fumó cigarros.
--- Seguramente.
Suena el teléfono de la casa.
Mi prima no contesta de forma inmediata. Respira con calma y levanta el aparato.
--- Si, tío --- se para de un brinco y me hace señas con una mano para indicarme que es mi papá ---. Felipe está aquí conmigo --- asiente varias veces ---. ¿Cómo sigue Jennifer? --- mi prima escucha con atención: me acerco a ella ---. Vamos para allá.
Cuelga el aparato y me mira, preocupada.
--- Acaban de llegar a tu casa. Dicen que necesitan hablar con nosotros.
--- ¿No te comento…?
--- Nada.
Doblo las tres hojas con la información que imprimió sobre las drogas y me las echo a la bolsa. Ella apaga la computadora con rapidez sin decir nada más, corre a cambiarse y sale de la casa.





jueves, 16 de octubre de 2014

Lectura 7

DMT
LA DROGA EXPLOSIVA QUE NOS LANZA A OTRO MUNDO
Todo alrededor se derrite, aparecen duendes y las cosas cobran vida. El DMT es la droga psicodélica más fuerte.

Al día siguiente muy temprano, suena el timbre del teléfono.
--- ¿Felipe?
--- ¿Si?
--- Soy yo, tu prima. ¿Ya estabas despierto?
--- Más o menos. De hecho tuve los ojos abiertos casi toda la noche.
--- Yo tampoco he dormido nada. ¿Sabes algo de Jennifer?
--- No --- me asomo al corredor ---, mis papás no han llegado del hospital.
--- Tampoco mamá. Oye, Felipe, necesito que veas algo.
Estuve investigando en Internet.
--- ¿Quieres que vaya a tu casa?
--- Sí.
--- Llego en diez minutos.
Cuelgo el teléfono y aunque me visto a toda velocidad, procuro no hacer ruido porque mi hermano Riky sigue dormido.
Salgo a la calle y camino con pasos grandes. La casa de Itzel está a unos cien metros de la mía.
--- Hola --- le digo a la muchacha que se encuentra barriendo el patio ---. ¿Puedes llamar a mi prima?
--- Te está esperando. Pasa. Felipe.
Entro. La perrita french poodle de Itzel sale a recibirme contorneando su cuerpo y saltando. Lo acaricio.
Siempre he dicho que dos personas y su mascota son muy pocos seres vivos para esa casona. Fue construida por mi tío, quien pensó en hacer enormes salones y jardines con el fin de invitar de vez en cuando a los niños del orfanato y convivir con ellos. Cuando el murió en un accidente de avioneta, Itzel y su mama decidieron quedarse a vivir ahí. Aunque la casa es hermosa, los días en que no hay invitados, parece un museo.
--- ¡Itzel! --- grito ---, ¿dónde estás?
--- Aquí --- contesta ---, en el estudio.
Llego junto a ella. Sigue en pijama.
--- ¡Mira esto! --- me dice abriendo un recuadro en su computadora ---. Son símbolos que usan algunos vendedores de productos.
--- ¿Qué significan?
--- No se. Pero, observa.
Abre otra página de Internet. Aparecen las fotografías de jóvenes luciendo tatuajes y perforaciones. Algunas imágenes son insólitas.
--- Ve la marca en el cuello de esta mujer. Ahora --- regresa a la pantalla anterior ---, fíjate en este símbolo.
--- Es el mismo.
--- Si, Felipe.
Se levanta y va hacia la mesa de trabajo. La lámpara de escritorio ha sido acomodada en diagonal para alumbrar la superficie de cerca. Mi prima enciende la luz y se agacha.
Luego me cede el lugar.
--- Observa el broche del piercing que traía puesto Jennifer.
--- ¡Otra vez el mismo símbolo! --- exclamo.
--- ¡Sí! Desde hace varias horas he estado buscando su significado. No lo encontré, pero halle algo que puede servirnos.
Regresa a la computadora. Mueve el mouse y abre otra ventana en el monitor.
--- Aquí esta. Es un fabricante de objetos góticos. También vende plantillas para tatuajes. Le escribí un e mail preguntándole donde podía encontrar sus productos. Ya sabes. Use un lenguaje bien acá, medio locochon y con faltas de ortografía.
Alguien me contesto en la madrugada. Mira.
Me muestra una hoja impresa.
--- Solo son tres direcciones.
--- ¡Si, Felipe! Dos, en otras ciudades y una en la Plaza de arte ¡a dos cuadras del antro! ¡Ahí se puso Jennifer el piercing!
--- ¿Y eso, que? Se lo pudo poner en cualquier otro lado.
--- De acuerdo, pero sería bueno visitar el local. Quizá encontremos alguna pista de la gente con la que andaba.
--- No te compliques la vida, Itzel.
--- Mira, primo, estas metido en un lio y más vale que te muevas. No sabemos nada de nada. Ni siquiera tenemos idea de las drogas que existen. Busque en Internet algo sobre GHB y Rohipnol y encontré miles de páginas relacionadas con drogas. Imprimí todo esto. Revísalo.
Encima de su impresora hay varias hojas desacomodadas.
Apenas voy a tomarlas, cuando se me adelanta. Continúa hablando.
--- Ayer dijiste que Jennifer parecía que estaba teniendo alucinaciones. ¿Qué tal si combino DMT, o LSD o Ketamina? ¡Ve esto! Déjame mostrarte un ejemplo.
Busca entre la información impresa con avidez. La observo boquiabierto. Ella siempre ha sido hiperactiva.
Comienza a leer.
--- El DMT o Dimetiltriptamina, es una sustancia neurotransmisora muy fina que se encuentra de forma natural en el sistema nervioso del cuerpo humano, pero que al introducirla artificialmente al cerebro, provoca cortos circuitos. Le dicen el explosivo mental, porque quien la toma se siente como lanzado por un cañón. La persona ve que todo alrededor comienza a derretirse. Escucha un ruido como la rotura de un cristal y es transportada a un universo desconocido, lleno de formas imposibles. Cuando se entra a ese sitio, la primera sensación es la de estar debajo de la tierra con un enorme peso encima, dentro de una capsula grande. La gente le llama “la capsula de la DMT”. Después aparecen seres extraños que hablan un idioma ininteligible. Una vez iniciado el viaje, es imposible detenerlo. Aunque solo dura unos quince minutos, puede parecer eterno. Las cosas cobran vida. El consumidor se siente asombrado hasta el paroxismo por lo que sucede. No puede creer que unos minutos atrás estaba en una habitación y ahora se encuentre en otro lugar completamente distinto. Las alucinaciones por DMT son increíbles y espeluznantes. No existe una droga psicodélica más fuerte en el planeta Tierra. Se encuentra contenida en algunas plantas tropicales. Hay un árbol cuyas semillas contienen DMT. Durante siglos, en Medio Oriente, se usaron para pintar alfombras persas. Las propiedades alucinógenas de esas tintas ocasionaron las leyendas de alfombras voladoras. Los indígenas del Amazonas fuman e inhalan DMT desde cientos de años.
Itzel baja las hojas y me habla de frente con los ojos encendidos.
--- ¿Alguna vez has visto en televisión ese ritual selvático en el que se mezclan varias plantas para hacer un polvo que luego es aspirado por alguien a través de un tubo largo mientras otra persona sopla desde el otro lado? ¡El indígena recibe como una descarga eléctrica y cae al suelo con los ojos en blanco! ¡Es por esta droga! Escucha --- sigue leyendo ---. El DMT es una sustancia prohibida en todo el mundo. Su posesión y venta amerita los máximos castigos por la ley.
--- No creo --- comento ---, que Jennifer haya tomado nada de eso. Suena muy exagerado.
--- ¡Pero real! ¡Existe! ¿Lo sabias? Felipe, ¡tenemos que descubrir que le paso a Jennifer exactamente!
La petición suena extraña.
--- Sí.
Itzel se hunde en el asiento y agacha la cabeza. Arruga la nariz, lleva una mano a su boca y se queda muy quieta. Una repentina angustia le impide seguir hablando. Permanece así por varios minutos. Me inclino hacia ella. Dice:
--- Felipe, tengo mucho miedo…
La observo con inquietud. Aunque ella es la persona más activa y segura de sí misma que conozco, de pronto se ve extenuada. Como si una sombra de desesperación le hubiera oscurecido la mirada.
--- ¿Por qué te pusiste así, prima? Parece como si tu fueras la culpable de que Jennifer este en el hospital.
--- Tal vez lo soy.
--- ¿Cómo?
Se quita muy despacio el reloj de la muñeca izquierda.
Tiene un pequeño parche blanco. Despega la cinta adhesiva y me enseña una horrible herida circular como del tamaño de un garbanzo.
--- ¿Qué te paso?
--- Es la quemadura de un cigarro hecha de manera profunda durante varios segundos.
--- ¿Quién te la hizo?
--- Un muchacho con el que salí. Acepte ser su novia. Solo duramos un día. Quiso drogarme. ¡Es más común de lo que te imaginas! Por eso estoy tan desesperada. ¡Esto es una maldita epidemia!
--- Nunca me hablaste de ese novio.
--- Perdona que no te informe todo lo que hago…
--- Tienes razón, no tienes por qué decirme…
--- Disculpa --- suspira ---. Él es un pasante de veterinaria.
Lo conocí cuando lleve a mi perra a vacunar. Se llama Rodrigo, igual que un joven de quien me enamore cuando viví en el extranjero. Mi amor platónico. ¡Además, se parecen físicamente! Me deje influir por esa nostalgia del romance que no pude tener y acepte salir con la nueva versión de mi Rodrigo. Además de trabajar como veterinario, los fines de semana tiene otro empleo por las noches. Me pareció un joven interesante. En sus tardes libres me visitaba en el orfanato. Mis niñas, incluyendo Jennifer, lo veían llegar y suspiraban por él. Es muy guapo… Pero tiene defectos. Por ejemplo, le gusta jugar, tomar y fumar. Son cosas que no van conmigo. Después me entere cuál era su empleo nocturno --- hace una pausa; la tristeza de sus ojos se ha convertido en preocupación; entonces, sin más rodeos, me lo dice ---.
Trabaja como portero en un antro…
Me estremezco. Apenas atino a preguntar:
--- ¿En el que fuimos ayer?
--- Sí.
--- Itzel, ¿estuviste saliendo con el tipo que me acuso de haberle querido dar Rohipnol a Jennifer? ¿El portero al que estuviste a punto de abofetear cuando te mando un beso con la boca? ¿Ese es Rodrigo?
Mi prima esta pálida.

Dice que sí y se pone a llorar.

viernes, 10 de octubre de 2014

Lectura 6

CANNABIS (THC)

LA DROGA LUPA

Marihuana, Hashish y aceite de Hashish. Agrandan la personalidad, pero a la larga producen estupidez mental.

En el automóvil no hablamos. Estamos atónitos. Al fin, papá toma su teléfono celular y marca.
--- ¿Lorena? ¿Cómo sigue la niña?
Mamá le explica largamente. Por más que me estiro, no logro escuchar nada. Papá asiente varias veces.
--- ¿Y esas convulsiones son malas?
Silencio.
--- Entonces su situación empeoro, pero ahora se encuentra estable. ¡Vaya diagnostico! ¿Cómo está mi hermana, Beky? --- pausa larga ---, no te separes de ella. Voy a dejar a los muchachos y las alcanzó en el hospital.
Cuelga el teléfono. Maneja con seriedad.
--- Queremos ir contigo al sanatorio --- digo ---. Estoy preocupado por mi amiga.
--- Todos lo estamos, Felipe. Pero tú tienes un problema extra. ¡No sé si ya te diste cuenta! Mientras se averigua que le paso a esa chica, quiero que estés resguardado, en un lugar seguro.
--- Papá --- digo con voz temblorosa ---. Sé que todos sospechan de mí, pero soy inocente. ¡Lo juro!
Desacelera, pone la direccional, se orilla y sale a la lateral del periférico. Después entra al estacionamiento de un restaurante que está abierto las veinticuatro horas.
Apaga el motor del auto y voltea a verme.
--- Lo que ocurre es demasiado grave. Se está saliendo de control. Necesitamos hacer una pausa para tranquilizarnos y pensar. ¿Quieren cenar algo?
Mi prima y yo decimos que sí.
Entramos al restaurante y pedimos una mesa para tres.
El mesero nos conduce a un lugar en el que hay varias personas con cigarrillos en la mano. Mi prima dice, casi con enfado, sin importarle que los fumadores escuchen:
--- ¡Queremos estar en una zona de “no fumar”!
El mesero nos lleva a otra parte. Admiro la belleza y seguridad de mi prima. Es huérfana de padre y ayuda a su mamá en la organización del orfanato. Habla inglés perfectamente porque estuvo viviendo en el extranjero. Estudia en la Universidad, tiene diecinueve años y la quiero como si fuera mi hermana mayor.
Me siento junto a ella.
--- A ver, Felipe --- pregunta papá quien se acomoda frente a nosotros ---, ¿me puedes explicar lo que dijo el portero en el antro?
--- ¿Qué?
--- No te hagas. ¿Estuviste besando a Jennifer, le abriste los botones del vestido y le quitaste un adorno que traía en el estómago?
--- Ella decía que tenía mucho calor. Me… e… enseño su ombligo. Estaba orgullosa del piercing que se puso. Luego se lo quito y me lo dio, como un recuerdo --- lo busco en mi bolsa y lo saco para ponerlo sobre la mesa.
--- ¿Qué más sucedió?
--- Jennifer dijo que te… tenía mucho calor y se de… desabotono. Yo le pedí que no lo hiciera. Estaba sedienta. Cuando fuimos por más refresco, me beso. Yo… si… siempre había querido besarla, pero no a… así.
--- ¿Por qué tartamudeas, Felipe?
--- No… no se. A veces me pasa.
Papá respira hondo, toma la carta y dice:
--- ¿Qué quieren de cenar?
--- No tengo hambre --- responde mi prima.
--- Yo tampoco --- digo.
--- Tom en aunque sea pan y leche.
Asentimos. Llamamos al mesero. Mi prima y yo pedimos un flan para compartir. Papá un sándwich. El mesero escribe la orden. Durante varios minutos permanecemos callados con la vista perdida. Entonces, me atrevo a preguntar:
--- Papá, cuando eras joven estuviste cinco años en la calle viviendo con los vagabundos. ¿Alguna vez probaste la droga?
Coge una servilleta y comienza a doblarla como si quisiera hacer un avioncito de papel.
--- Si --- dice al fin ---. Fume marihuana.
--- ¿De verdad?
--- ¿Y mi mamá? --- pregunta Itzel.
--- Ella creció en una casa hogar. Lejos de los peligros.
--- Bueno --- dice mi prima minimizando el hecho ---, oí que la marihuana es menos dañina que el tabaco y mucha gente quiere que se legalice.
Papá mueve la cabeza. Nos explica:
--- El Cannabis o planta del cáñamo contiene una droga que se llama THC. Tetrahidrocannabinol. Y se fuma de tres formas: Como marihuana, que es la mezcla de flores y hojas secas de la planta; como hashish, que es el jugo producido al aplastar las hojas y el tallo, y como aceite de hashish, que se elabora a partir de la resina disuelta en solvente. El Cannabis produce una excitación de los centros nerviosos del cerebro que agranda el carácter de la persona: Quien es alegre, siente un gozo enorme, y el melancólico, se deprime en exceso.
--- Funciona como una “droga – lupa” --- comento.
--- Sí. Es una buena forma de decirlo. Aunque en todos los casos ocasiona mareo, mala coordinación, relajación, baja presión sanguínea, perdida de concentración y somnolencia. Por eso es tan peligroso manejar bajo los efectos de la marihuana. Recuerdo que además se pierde el sentido del tiempo. Cinco minutos parecen una hora o más. También se agudizan la vista y oído, como si se subiera el volumen y la intensidad de la luz. Para fumar marihuana el humo debe retenerse por mayor tiempo, así que un pitillo daña los tejidos pulmonares como si fueran diez cigarros.
--- ¿Entonces es más peligrosa de lo que dicen?
--- Bueno. La marihuana se fuma combinada con tabaco y produce el daño de las dos sustancias sumadas.
--- ¿Y por qué la fumaste?
--- En la casa de vagabundos donde viví, había una mujer que nos controlaba. Ella era la jefa de pandillas y pordioseros. Fumaba cigarrillos. A veces marihuana. La casa siempre olía muy extraño. El olor de la marihuana se parece al de una cuerda quemada. Yo me accidente; sufrí una fractura en la rótula de la rodilla y como esa vieja no me quería llevar al médico, ella misma me curo con menjurjes. Usaba la planta de marihuana para que se me quitara el dolor. Me la untaba y me la daba a comer. Luego me enseño a fumarla. Lo hice unas tres o cuatro veces.
--- Tío. ¿Si hubieras seguido haciéndolo tendrías secuelas mentales?
--- Claro, Itzel. El THC se queda almacenado en el cuerpo por varias semanas y sus efectos tóxicos se acumulan. A la larga produce daño en la parte del cerebro que maneja la memoria y el razonamiento; el consumidor de Cannabis, adquiere estupidez mental, se vuelve torpe para aprender y se convierte en presa del “síndrome amotivacional”; una conducta de apatía, infantilismo, perdida de interés por los estudios, odio al trabajo, pereza extrema y pocos deseos de superarse. La marihuana es una de las drogas más populares y consumidas entre los jóvenes.
--- ¿Por qué?
--- Porque es difícil decirle que “no” a un amigo que te ofrece una chupadita de su cigarro mientras pregunta: “¿te da asco, o tienes miedo?” La mayoría de los jóvenes que aprenden a fumar tabaco a temprana edad prueban la marihuana alguna vez. También se sabe que después de eso, el salto hacia otras drogas más peligrosas es muy fácil.
El mesero nos interrumpe. Pone sobre la mesa un enorme flan con dos cucharas y el sándwich de mi papá.
Al momento en que acomodamos los platos, Itzel toma el broche de Jennifer que yo había dejado sobre la mesa y lo revisa. Entonces dice con asombro:
--- Esta bola de metal tiene una figura grabada. ¿De dónde es?
--- No lo sé --- contesto.
--- ¡Me parece tan extraño que Jennifer se haya hecho un piercing! --- dice mi prima ---. Yo estoy cada tarde en el orfanato y ayudo a las niñas con sus tareas. Jennifer es muy extrovertida. Platica todo lo que le pasa. Jamás comento sobre esto…
--- A ver.
Mi papá le pide el alfiler a Itzel para analizarlo.
--- El símbolo del broche es como una calavera estilizada.
¿Lo ven? --- reflexiona ---. ¿Con que amistades andaría esta chica?
Me trueno los dedos. En casa tenemos la regla de contarnos todo lo que nos pasa y últimamente la he infringido.
--- Hay algo que no te he dicho, papá.
Me mira con mucho interés.
--- Estoy impaciente por escuchar cosas nuevas, Felipe.
Respiro varias veces seguidas como si estuviese a punto de hacer un ejercicio de apnea bajo el agua. Comienzo:
--- Perdóname por no haberte platicado de inmediato, pero el martes pasado hubo un problema muy grande en la escuela. Agarraron a un empleado vendiendo metanfetaminas. Se llama Pascual. El guardaba su caja de pastillas en mi casillero. Yo lo dejaba porque me dijo que eras sustancias del laboratorio. Cuando encontraron la droga, pensaron que era mía, pero después todo se aclaró, gracias a Jennifer. Ella conocía bien a Pascual. Había salido con él algunas veces.
Papá tarda en razonar la información. Después pregunta:
--- ¿Estas bromeando, verdad, Felipe?
--- No. Todo es cierto. Jennifer les dijo al director y al jefe de la policía que Pascual usaba pastillas de Speed, y las vendía.
Gracias a eso, pudieron arrestarlo.
Papá cierra los ojos unos segundos. Su rostro adquiere un color sonrosado. Arruga la frente y avienta la servilleta. Se pone de pie. Camina, tratando de controlarse. Regresa y dice con furia.
--- ¡No puedo creerlo, Felipe! Tú eres muy inteligente. ¿Qué rayos te paso? ¿Cómo pudiste salir con la joven que anduvo con un vendedor de drogas? ¿Te das cuenta de la estupidez que hiciste?
--- Si --- acepto ---, la regué…
--- ¿Y con eso crees que compondrás las cosas? ¡Caramba!
¡Ve lo que está pasando!
No contesto. Estoy abrumado, sin capacidad para defenderme.
Papá resopla y se levanta a pedir la cuenta. Luego va a la caga a pagar. Me quedo a solar con mi prima.
--- Ese Pascual --- pregunta ella ---, sigue detenido ¿verdad?
--- No. Me dijeron que salió bajo fianza esta mañana.
Mi padre regresa a la mesa. Nos encuentra agarrotados.
Itzel me ordena.
--- Díselo a tu papá.



 Continuara...


Una disculpa por no publicar antes, pero recuerden que aun en la Escuela no hay internet.

Esta lectura se trabajará la próxima semana, recuerden que ya estamos finalizando el primer bloque... y estamos iniciando el segundo...

Comentario de su papá o mamá, con firma.